Público

 A: No sé cómo sentirme al leer nuestras conversaciones publicadas. 

B: En mi defensa y la tuya, por su puesto, ejerces una fuerte línea editorial y nada sale sin tu aprobación, ya sabes que consentimiento es sexy.

A: Eso es lo que más me perturba que cuando pides mi consentimiento termino diciendo que sí a todo.

B: Puedo  borrar lo que tú quieras, ya sabes que es una oferta retroactiva.

A: ¿Qué pensarían tus fans?  

B: Los confundidos se sentirán  aludidos, los no confundidos ni se darán cuenta,  pero te lo digo en serio todo sucede bajo tus términos, lo que no altere tu comodidad. 

A: No te puedo negar que me gusta saber que eso está ahí por y para mí, es como tener algo solo mío que está ahí a los ojos de todos como algo trivial, pero que solo yo sé lo que significa. 

B: Es parte del encanto de escribir ¿No lo crees? el autor tiene una cosa en la cabeza, quién lo lee tiene otra y según el contexto de cada uno pueden llegar a ser historias completamente diferentes. 

A: ¿Y otros cuantos se sienten aludidos?

B: Me causa entre  curiosidad y repeluz esa gente que cree que la vida ajena (y alguna que otra publicación) tiene que ver y son solo para ellos?, sé que tengo problemas de ego más grandes que yo, pero no llego a sentirme el ombligo del mundo. 

A: No sé, creo que son muchas las ganas de sentirnos especiales, lo digo por mí que encuentro un goce particular cuando me cuentas lo que pasa por tu cabeza al escribir algo, es de alguna manera conocerte un poco más, saber que eso que terminas escribiendo de alguna manera lo vi primero o tiene algo que ver conmigo, sé que es tonto, pero me hace sentir especial. 

B: awwww, pero esa es la diferencia, sabes de primera mano que tienes algo que ver y que si alguien más lo ve es porque tú lo decides,  también sabes que hay otras cosas que se quedan en mi cabeza que terminan por ahí en otra publicación que probablemente nada tenga que ver contigo, otras que quizá nunca vean la luz, otra que solo guardo para mí, otras que verán la luz pero ni siquiera tú sabrás que soy yo. 

A: ¡Oh por Dios! ¿Tienes un alterego con el que publicas cosas que no quieres que estén relacionadas contigo? . Ahora  has despertado mi curiosidad y me gustaría saber a dónde llegan esas cosas, de hecho tiene mucho sentido que llegues a publicar bajo otro nombre cosas que sabes son muy buenas para quedarse en la oscuridad ¿Son novelas rosa? ¿Frases motivacionales?¿Poesía o relatos eróticos?... no sé, tiene que ser algo que te de mucha pena

B: jajaja, ¿Pena? cerremos el tema recordando que hay cosas que es mejor no saber y que a tu imaginación es mejor no dejarla volar tan alto. 

A: Ahora no voy a poder dormir pensando en dónde llegas a publicar lo que te parece impublicable, creo que te conozco lo suficiente para saber que en alguna parte muy visible has dejado pistas de ese otro lado tuyo.

B: Me estás haciendo parecer más interesante de lo que en realidad soy, pero ya sabes que puedo mostrarte mis apuntes cuando quieras, aunque sé que eso matará un poco el encanto. 

A: Sé que estás intentando cambiar mi idea de buscar tu otro lado, pero es demasiado tarde, en serio que voy a empezar a estalquearte.

B: En ese caso deberías ponerte en contacto con mis fans confundidos, en este punto saben más de mí que yo misma, algunas veces quiero romper la cuarta pared y preguntarles si han visto una  de mis medias nonas. 


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