Tu recuerdo llega cuando quiere y me roba la calma,
me dice que debería dejar de pensarte y buscarte más allá de mis anhelos,
que cuando suspiro sin saber por qué en ese preciso momento es que estás pensando en mí.
Tu recuerdo llega en forma de esos besos que aún me debes,
esos por los que debería cruzar la ciudad y cobrarlos con sus debidos intereses,
los mismo que sabes recuerdas de cuando en vez cuando te antojas de chocolate.
Tu recuerdo llega en la mañana y me sabes a café,
me pide que te busque y te encuentre para nunca dejarte ir.
Tu recuerdo llega y decide no marcharse
porque sabe que tú y yo somos un tema que está entre tus pendientes.