en blanco

Otra vez la página en blanco se dijo después del intento 54.172 de empezar a escribir.

Su pacto con Satán había terminado hace un par de años y desde entonces el olor a tabaco asfixiaba la habitación, el alcohol pasaba por su garganta con igual frecuencia que la saliva y las ideas se evaporaban más rápido que el tabaco y el alcohol.

Tomó uno de esos vestidos que hacían voltear la cabeza para dar una segunda y tercera mirada, se dio un baño, se miró en el espejo una vez más  antes de salir por algo de dinero a cambio de sexo, tal vez, si contaba con suerte tendría un orgasmo y en esa nada que llega después tendría alguna idea que sirviera para escribir.

Sin orgasmo, ni idea, pero con tabaco, alcohol y dinero para un par de comidas regresó a mirar la página en blanco hasta que algo pasó con el sol, ya le daba igual si llegaba o se iba, pero sintió la necesidad de tumbarse en la cama para cambiar esa página en blanco por un techo lleno de humo.

Mitad sueño, mitad realidad, volvió a sentir el temblor en sus piernas, el frío en la espalda, la piel tensarse, y la excitación entre sus piernas, allí estaba de nuevo él, conocía la razón de su visita, aunque no sabía qué día era, en su mente aún era temprano para esa visita, pero qué más daba,  así que volteó a mirar a donde sus sentidos le decían.

Para la tercera o sexta copa en su compañía se había relajado lo suficiente para olvidar la razón de su visita y recordó lo bien que se le daba su compañía, alguien que te conoce tan bien y no se asusta de tu lado oscuro  resulta diabólicamente atractivo, incluso sí hace mucho tiempo posee tu alma.

No sabía cuánto tiempo llevaban allí, así que su visitante decidió no alargar más el momento y recordarle el asunto pendiente, le recordó la depreciación que desde hace un tiempo estaban gozando las almas y que a raíz de ello no era rentable cobrar una deuda en esos momentos, sin embargo, siendo él Satán, gozaba de una mentalidad abierta para los negocios y se dispuso a hacer un nuevo trato que rindiera frutos para los dos.

Los cuatro jinetes del apocalipsis están sobrevalorados, fue lo que dijo, tienen tan o más relevancia que una de esas boys and girls bands, salen demasiado costosos para tenerlos ahí en espera de tocar su hit y eso cada vez está más lejos, además no tiene mucho mérito sembrar el terror cuando te dan súper poderes, lo que estoy buscando es algo realmente perverso, algo para lo que tú tienes talento, podemos llamarlo si quieres: un don más allá de lo divino.

Después de revisar los detalles de esta nueva etapa en su acuerdo y una formal despedida, se sintió mejor, limpió su escritorio y empezó a cumplir con su parte del acuerdo: tomarse unas horas al día para subrayar a cada persona todas y cada una de sus faltas de ortografía cometidas en las redes sociales, como adicional y parte de su sello buscaba una que otra incoherencia o contradicción en sus publicaciones, sí, era algo perverso, pero también encantador, podía hacerlo día y noche sin parar, sin embargo, algo más llamaba constantemente su atención, esa página que a partir de ese momento nunca más volvió a estar en blanco.


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