Pamema VIII
Isabella sale a las 6:35 de su casa para el colegio, siempre sale tarde, eso no impide que cierre la puerta despacio y se acomode su cabello antes de iniciar su carrera contra el tiempo, porque todos los días Isabella dice que hoy sí llegará temprano, pero, eso hace mucho tiempo dejo de importarle, su despertador conspira contra ella y en lugar de cinco minutos más son 7.5 minutos más.
Isabella, Isa en su casa, Bella para sus amigos (manía que inició después de que alguien se sintiera muy cool al leer las primeras páginas de la saga Crepúsculo), descuenta esos 2.5 minutos en una carrera por los estrechos andenes del barrio, las motos mal parqueadas, los niños tomando de la mano a sus mamás (que le dicen que van tarde), las palomas en espera de víctimas, son algunos de los obstáculos que cada día sortea Isabella para poder llegar a tiempo al colegio.
Nadie conoce la causa de la prisa de Isabella, tampoco saben cómo hace para una cuadra antes de llegar al colegio detenerse, organizar su cabello descompuesto después de la carrera, y entonces se transforma, su pasos rápidos dan lugar a un andar delicado, armonioso, casi levitante, su sonrisa se llena de vida y esos 2.5 minutos no parecen importarle porque sabe que llegó justo a tiempo.
Revisa su uniforme de nuevo antes de llegar a la portería, para encontrarse una vez más con que llegaba tarde, esto ya formaba parte de su rutina, se dirigió a la biblioteca, se sentó en el puesto que parecía ya pertenecerle, recibió un buenos días Isabella y por los siguientes instantes es Isabella por completo, esa misma que cada día se roba 2.5 minutos para dedicar 42.5 minutos a enamorarse perdidamente de su profesora de inglés.
Tags:
cuentos
0 Comments
Escribe ahora o calla para siempre!