Vuelvo a soñar contigo, de sobra sé que no es la última vez, pero es de esos sueños que se mezclan con recuerdos y se siente la intensidad que desdibuja el sueño, el anhelo, el deseo y el recuerdo, ¿Eras tú quien pedía ir más rápido o era yo quién te pedía no parar?¿Eras tú mordiendo mi cuello o era yo pidiendo que lo hicieras más fuerte?¿Eran tus manos arrancando mi ropa o eran tus piernas enredándose en las mías para pedirme más?¿Era yo que te pedía más lento o eras tú gimiendo justo en mi oído?¿Eran tus jadeos los que pedían más o eran mis mis dientes marcando tu piel?¿Que me pidas cinco minutos para recobrar el aliento es un recuerdo o parte de la tortura de este sueño?¿El sabor de tu sudor en mi lengua es parte de mi deseo o un fragmento más de mis recuerdos?¿Tu piel caliente y ese aroma que es solo tuyo es una creación de mi sueño o es el recuerdo de mi lengua en tu cuerpo pidiendo más?¿Tú tocándome a tu antojo, sintiéndome a tu ritmo es parte de mi anhelo o un recuerdo de lo que llegué a pedirte hasta el cansancio?.
Vuelvo a soñar contigo y al despertar me sigues faltando.
Decidida a aprovechar la última oportunidad caminó sin pausa y sin prisa por el pasillo ante la mirada de desconcierto y tristeza de los asistentes, miró a quienes compartían con ella este momento, respiró profundo y ante el cajón abierto dijo: Sí, acepto.
Quizá sea la forma en que se acelera tu pulso cuando estoy un poco más cerca.
Quizás es como se siente tu piel con el rastro de mis labios en ella.
Quizá son las ganas de más que no logran quedarse en tu piel.
Quizás una vez más me quedas faltando.
Quizá son tus besos que me encienden la conciencia.
Quizás el espacio entre nuestros cuerpos se hace insoportable.
Quizá necesitarte se ha vuelto costumbre.
Quizás en estos momentos estás jugando a provocarme.
Quizá debería seguirte el juego.
Quisiera decirte que sin quererlo mi reproductor hace que escuche una que otra vez esa canción que te gustaba y no puedo evitar pensar en ti, que incluso hay temporadas en que la pongo a propósito porque pesar en ti es algo que no pasa de moda, solo que ahora lo hago con un dejo de bonita nostalgia y no más de una copa de buen vino, también deberías saber que los años me han tratado bien, especialmente desde que pase de pensarte con cerveza a pensarte con vino, sí, yo también me sorprendo.
Lo de tratarme bien es relativo, hace unos años desarrollé un achaque de esos que la ciencia no puede explicar y ante el cual me cansé de estar experimentando medicamentos que creaban nuevos síntomas y no parecían llegar a algún lado, por lo que siguiendo a Tomás de Aquino escogí el menor de los dos males y convivo con el achaque, también me llegó la etapa de pensar en una nueva rodilla, pero esa historia la dejaremos para otra oportunidad.
Voy al gimnasio un par de veces por semana, contrario a mis principios de hace 20 años, pero es una cuestión de necesidad, ya no estaba sacando tiempo para hacer una actividad física y aunque siempre he sido una persona activa ;) eso dejó de ser suficiente para compensar el tiempo que paso sentada, así que empecé pensando que no duraría mucho y van un par de años (más de los que quiero reconocer), como resultado puedo decirte que estoy en lo que se puede llamar en forma, es decir: tengo un estado físico decente, no he perdido masa muscular, mantengo mis articulaciones en movimiento, escucho podcasts mientras tanto y me conservo en eso que se llama peso ideal lo que me mantiene motivada especialmente desde que debo pesar menos debido a mi rodilla.
Como lo puedes sospechar me he vuelto muy buena para la cocina, ahora sí dejaría de ser solo un albur y le darías sentido completo a la frase que solías decirme: A mí todo lo tuyo me sabe más que rico, pero no te emociones mucho porque si me pides cosas dulces voy a decepcionarte, la repostería requiere mucha precisión (y $$$) y la paciencia no me alcanza hasta allá, en cambio disfruto mucho el proceso de crear un buen omelette, crema, salsa, etc..., ese dinero que invertiría en azúcar lo puedo aprovechar mejor con un buen salmón.
He sido fiel a mi palabra y no he caído en el perreo, lo que conozco ha sido de forma accidental y completamente en contra de mi voluntad, por eso no te niego que puedo reconocer a Karol G, sé que tiene una canción que se llama Provenza y la terminé escuchando por pura confusión al menos de mi parte, la contraparte parecía disfrutarlo, pero en esencia sigo escuchando lo mismo y más de lo mismo, quizá no soy la adolescente que escuchaba a Richard Clayderman y ahora soy una mujer adulta que escucha a Philip Glass, pero, sigo escuchando los primeros álbumes de Shakira y de hecho estoy pensando mucho en si comprarme el último CD o no, sé que es un regalo que tú me hubieses dado sin pensar y que yo sonreiría pero me molestaría al mismo tiempo.
Aveces releo tus cartas, esas que con solo examinar tu caligrafía puedo determinar el estado de ánimo en el que estabas cuando la escribiste, es en esos momentos en los que pienso lo mucho que nos llega a enceguecer el amor porque no recordaba que tuvieras tantas faltas de ortografía, creo que de haberlas notado en ese entonces nuestra historia hubiese sido diferente y es acá donde recibo tu mirada que me grita en silencio sobre mi superioridad moral y el mi aparente snobismo que según me dicen solo se incrementa con los años (más lo segundo que lo primero).
Sigo disfrutando la lectura, así como con la música sigo leyendo casi lo mismo, yo la que aparentemente solo toleraba a García Márquez terminó de leer 100 años de soledad y relee de vez en cuando Ojos de perro azul, llego a tener conversaciones interesantes con mi perro sobre ese cuento, una que otra vez también incluyo el cuento en conversaciones con humanos y son momentos en los que te vuelvo a extrañar y a la copia del libro que me arriesgue garabatear con lo que pensaba en aquel entonces.
Los años han servido para dejar claro que no soy esa mujer fatal de la que me acusabas, no te alegres demasiado, solo he cambiado la frecuencia y por decirlo de alguna manera la calidad de los one night stand, el tiempo se ha encargado de validar mi idea original que el mayor atractivo se encuentra dentro del cráneo y no entre las piernas, las mentes mentes follables siguen siendo mi maldita perdición.
Te encantaría saber que seguí tu consejo y he participado en una que otra convocatorias de escritores ha sido bueno para mi ego, para alimentar el tuyo has aparecido en algunas de esas líneas, y es que a pesar del tiempo sigues apareciendo en mis palabras y no me queda más que dejarte salir, no te preocupes, tal y como me hiciste prometértelo solo tú sabrás que estoy hablando de ti.
Para tu tranquilidad he vuelto a amar, tantas veces, de tantas formas, intensidades y sabores como la oportunidad lo amerite, no soy ese juguete que creíste roto e incapaz de componerse, al contrario, aprendí a entregarme sin reserva más, a no pensar en el dolor del final y a disfrutar de esos momentos, a no dejar para después, a dejar ir, a entender la diferencia entre pertenecer y poseer, cuando amo lo demuestro sin miedo y hasta lo digo una que otra vez sin pausa y sin prisa, hoy sería capaz de tomar tu mano y mientras sostengo tu mirada decirte que te amo, eso que tanto pediste y en ese entonces me rompía el alma.
Termino esta carta con la sensación que como siempre me queda algo por decir y me prometo decírtelo la próxima vez, porque para ti siempre hay una próxima vez.
La canción número 6 del álbum Si el Norte Fuera al Sur de Ricardo Arjona (Pasado oscuro pequeños saltamontes) se llama Aún Te Amo (Carta No. 1) , vamos a ignorar el hecho de que es de Arjona y nos vamos a quedar con que es una carta para un amor de esos que no se olvida y solo quieres sacarte esas palabras que se quedan de vez en cuando atoradas en el pecho, quizá este post sea algo como eso.
Digamos que me gustas... una suposición de las simples,
¿De qué forma?
¿Qué tanto?
¿Para qué?
No sabría decirte
pero,
es un gusto simple,
sin pretensiones,
con la única ambición de disfrutar de ti,
bajo tus términos,
a tu ritmo,
Incluso si tu ritmo me deja con tu ausencia.
Un beso tuyo para sentirte cerca, muy cerca.
Acelerarte el pulso con un beso más, agitar tu conciencia.
Besarte sabiendo que tengo que dejar de hacerlo.
Desgastar tus labios hasta el límite entre el placer y el dolor.
Aprovecharme de tu necesidad para satisfacer la mía.
Recorrer tu cuerpo en un ciclo infinito de una misma canción.
Sintiendo en cada roce la inmensidad de un segundo.
Tocarte para que te quedes en mis manos y grabarme en tu recuerdo.
Una de las muchas palabras que quien me conoce usa para describirme es: rebelde y yo con el paso del tiempo creo que me debato entre rebelde y revolucionaria, pero para eso hay que ir hacia atrás un poco y vamos a decir un poco porque a mi edad 20 años apenas es como media vida.
No me considero rebelde, al contrario si se hace un checklist estoy un par de puntos por encima del checklist de must have de la sociedad, pero en un mundo donde expresar de manera libre lo que se piensa siempre te llevara a parecer rebelde aunque la verdad lo que quieres es una revolución.
No sé en qué momento de la vida tomé la primera decisión que me llevó a la acción de "parecer rebelde" pero después de la primera vez cuando sobrevives a las miradas y acusaciones te das cuenta que puedes generar callo, intentarlo una segunda vez y cuando menos piensa ya no es un intento sino que se convierte en decisión consciente cuando sabes que no estás haciendo nada malo, que (al menos en mi caso) se trataba de una acción informada y no solo una acción para "parecer o figurar" como una rebelde que busca llamar la atención.
Así que volviendo a hace 20 y tantos años y gracias a mi paso por la Univalle (Presente, presente,
presente) recuerdo que conocí Linux y el licenciamiento de software, el mundo GNU/GPL y la necesidad evitar el monopolio especialmente en el conocimiento, puedo decir que a partir de este conocimiento se genera conciencia sobre la importancia del acceso libre a la información como pilar en el desarrollo de la humanidad..., pero voy a tratar de no ponerme trascendental (sí es contigo industria farmacéutica).
En la universidad se usaba window$ 95-98 mis primeros accesos a internet llegaron con Internet Explorer porque era lo único que había (Eso creía mi yo inocente e ignorante), aunque en el colegio recuerdo usar Word Perfect y Lotus, en la universidad lo que había era Word y Excel, pero uno no se cuestionaba de dónde viene o cuánto tiene que pagar, era fácil solo ir a la universidad y encontrar instalado todo lo que necesitaba para una clase.
Cuando entramos en el mundo Linux empiezan a llegar esas dudas: ¿Cómo así que tengo que pagar por Window$ y tooooodo eso?¿También toca pagar por word?, y después de tener una primera instalación funcional de Linux (que en ese entonces significaba perder media vida y entregarle tu alma a Satán por tres reencarnaciones seguidas) te das cuenta que tienes un sistema operativo con una suit de oficina (StarOffice aún te llevo en mi corazón), mínimo dos navegadores web (según el sabor de Linux) y un montón de juegos que no permitían extrañar al Busca Minas y todo gratis, sí, sin miedo a que llegara FEDESOFT para llevarnos a la cárcel.
A partir de ese momento se unió una nueva faceta en la que me empezaron a llamar rebelde, la parte curiosa en mí (esa que lleva a hacer muchas cosas iykwim) me llevó a investigar, conocer y aprender a manejar esas aplicaciones que venían en Linux y claro está para cada aplicación que usaba en Window$ buscar la alternativa free que muchas veces suele venir más completa o personalizable que la versión que viene por defecto en Window$, es una manía que sigue hoy en día.
En los inicios de este siglo se hablaba de internet como "el futuro" y con ello tomaba relevancia la aplicación que te permitía "navegar en internet" y acceder a la web, el rey indiscutible es el hoy repudiado Internet Explorer, porque era lo que venía con Window$, era la única opción existente, a menos que supieras dónde buscar y te instalaras NetScape Navigator (que por cierto nació primero de la mano dede Mozilla, llevaba más tiempo en el mercado de los navegadores, porque Micro$oft no sabía qué hacer con eso del internet) así que si querías ser rebelde utilizabas Netscape Navigator, que era gratis y que incluso había liberado su código fuente para que te hicieras tu propio navegador con juegos de azar y hombrezuelos.
NetScape Navigator pasó a mejor vida, eso de meterse con Micro$oft y acusarlo de monopolio sirvió para darle publicidad y a los interesados hacerles saber que existía algo más para acceder a internet y aunque NetScape Navigator ganó la demanda ya era demasiado tarde para el navegador, especialmente porque gracias a su código fuente ya teníamos otro participante: Firefox, lo mejor podrías usarlo en Window$ y Linux por igual, si lo tuyo era navegar la mayor parte del día no tenías que pagar por una licencia de Window$ (vamos a suponer que en ese entonces todos pagábamos licencia), solo instalabas Linux (para este momento solo tenías que vender tu alma una vez para instalar y las posibilidades de quemar la tarjeta de red o de video mientras configurabas estaban cerca a cero) y Firefox para tener una experiencia de navegación en internet decente, también estaba Opera Browser que no era tan famoso, pero lo podías encontrar para Window$ y Linux.
Monopolio aparte de Internet Explorer tenías otras dos opciones cada una diferente, con una variedad de opciones y configuraciones para hacer mejor tu experiencia en internet, cada una de una fábrica diferente, con una visión propia de lo que debería ser tu paso por la web, había monopolio, pero si querías ver más allá tenías opciones (incluso Konqueror si lo tuyo era Linux con KDE), todo eso cambió cuando por aquel entonces el gigante de internet decidió regalarnos su visión y llego Google Chrome (de la mano de Chromium), vamos a dejar por fuera a Safary (WebKit) porque es solo para el ecosistema de Apple así que de revolucionario poco.
Es así como en los últimos 16 años al fin nos deshicimos del incipiente monopolio de Internet Explorer y estamos bajo el aplastante monopolio de Chromium, no, no estoy diciendo que sea malo (tampoco que bueno) pero si vemos el mercado de navegadores web, vamos a ignorar las estadísticas de uso en las que Google Chrome está por encima del 50%, Safary está alrededor de 20% y Firefox si acaso llega a un 10%, y vamos más a pensar en que los otros navegadores no son estos tres están basados en Chromium, el motor de Google Chrome, Edge la apuesta de Micro$oft para reemplazar a Internet Explorer que llega casi al 15% de uso usa Chromium, así como la mayoría de los navegadores que ocupan la franja del 5% como otros, es decir el 70% de los navegadores web están basados en Chromium, por lo tanto el 25% de los navegadores son un engallado de Chromium.
Para resumir estamos como hace unos 20 años, bajo la visión de lo que una empresa cree que debe ser navegar en internet (Shame on you google), para el fan se podría decir: Ganamos y ahora Internet Explorer no es el que manda, pero, desde el punto de vista revolucionario no estamos tan bien, hay un monopolio más allá de que sea una buena opción y como usuario final esto no tiene nada de malo (si no entramos a filosofar lo que realmente significa que este monopolio permite definir a qué información de la red accedemos y cuál se queda por fuera), pero (dejando otra vez por fuera a Safary) la pelea que está dando Firefox (Mozilla no te amamos lo suficiente) va más allá de la rebeldía y le falta mucho para ser una revolución, es lo poco que queda para quién se atreve a hacerlo de manera diferente, para dar una verdadera alternativa que de eso supuestamente tratan las revoluciones: dar opciones y la oportunidad de elegir.
Tal vez solo sea rebelde y por eso no siempre uso google para mis búsquedas en internet, por eso dejé de usar Google Chrome como mi navegador por defecto, y cada vez uso menos navegadores basados en Chromium, tal vez solo sea rebelde y por eso pago licencia de Window$ y Office, porque amiguitos una cosa es ser rebelde y otra cosa es ser un delincuente de poca monta y promover la piratería, es la rebeldía la que me lleva a cada x meses estar buscando el top de alternativas free para las aplicaciones que uso a diario y hasta una que otra vez me animo a patrocinar a los creadores (un dólar no hace rico ni pobre a nadie, pero bien sirven para comprarse una empanada y ser feliz mientras se está programando).
Seré solo rebelde y a ratos revolucionaria, porque la rebeldía solo me alcanza para de vez en cuando resistirme a ser parte del común denominador y ver un poco de lo que hay en el otro lado.
Preguntas si aún te pienso
podría contestarte cómo te pienso.
Preguntas sí aún te sueño
quiero responder haciéndote sonrojar al decirte cómo te sueño.
Preguntas si te extraño
la respuesta es abrazarte y pedirte que no me dejes ir.
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