Café

 A: A veces me desconciertas y asombras por igual 

B:¿?

A: No pareces sorprendida

B: Sorprendida no, sé que inspiro emociones múltiples y hasta opuestas, así que estoy más intrigada o curiosa por saber cómo esas dos cosas las vuelvo sinónimos. 

A: Justo ahora se me acaba de ocurrir que si pudiera resumirte en una palabra sería: curiosidad

B: Nos estamos desviando del tema

A: (sonríe) Sueles ser un elemento altamente distractor 

B: Yo sé. 

A: Me acabas de recordar porqué puedo amarte y odiarte por igual. 

B: Volvimos a las contradicciones. 

A: Eres en general una contradicción andante, lo que me devuelve a mi punto: llevo muchos años conociéndote y has cambiado mucho, a la vez siento que cada cambio te hace más tú, no sé si me hago entender. 

B: Tomaré lo de contradicción como un cumplido y sí, creo que te entiendo, pero eres libre de cantinflear un poco. 

A: Jajajaj, gracias, cantinflear es lo mío, pero lo que quiero decir es que como que siempre has sido una persona muy centrada, solo que en cada momento de tu vida lo que te centra es diferente, cambias, pero sigues siendo tú, y hay cosas como que siento que te has vuelto "suave" por decirlo de alguna manera, pero por otro lado tu ego  y orgullo siguen estando a flor de piel, eres comprensiva o empática (Quién lo diría), pero no dejas de ser impecable, como cuando dices que no eres rencorosa, pero sigues creyendo en la venganza y el crimen perfecto, y no puedo dejar de mirarte y seguir sintiendo que sabes algo que los demás no sabemos y por eso tienes esa absurda e insolente sonrisa que me sigue desesperando.

B: Wooow ¿Eso es lo que piensas mientras te preparo un café?

A: Eso es lo que pienso cuando te pienso.

B: Haces que parezca especial cuando lo que describes se llama: vivir la vida en modo ser humano. 

A: Yo sé que te crees muy graciosa, pero la modestia no se te ve bien, mis sospechas es que te levantas cada día con el propósito de cautivar un poco más, y me choca que haces se vea tan fácil, lo que contrasta cuando quienes en verdad te conocemos sabemos que bien podrías mandar a romper las piernas por cada cicatriz que tienes (que te dejamos sin querer) pero en su lugar decides por ejemplo responder a mi mensaje de un Hola tardío con una invitación a un café. 

B: Jajaja, ¿Para qué voy a romper tus piernas cuando se me ocurren mejores usos para ellas?, además es fácil sobrevivir a unas piernas rotas cuando tú  y yo sabemos que siempre es más que solo un café. 


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