Neoproterozoico

Llega la temporada del año en la que los excesos pasan la cuenta, especialmente cuando van 9 meses esperando por cuarta o quinta vez el fin del mundo, que sea este el momento de recordar algunas de las cosas acumuladas a lo largo de las 4 décadas en este plano de la existencia y que espero recordar o utilizar como base para lo que sigue de aquí en adelante.

El mal ejemplo existe y sirve, es eso que no quieres ser, es como no te quieres ver, puede ser la señora que tiró un papel a la calle cuando a media cuadra había o el que se coló la fila, si no tienes quién sea tu mal ejemplo tú eres el mal ejemplo.

Querer, amar, coger con todo lo que se tenga siempre, porque esas emociones y sentimientos solo existen ese momento en el que nos dejamos llevar, para arrepentirnos ya tendremos el resto de la vida, pero nos daremos cuenta que cada segundo valió la pena. 

Odiar es una perdida de vida, se necesita demasiado tiempo y esfuerzo en algo que no genera nada a cambio, hoy en día creo en la frase: Odiar es tomarse un veneno y esperar que el otro se muera (en deuda el autor porque la primera página de google no colaboró). 

Nietzsche tenía toda la razón cuando dijo: Sin música la vida sería un error, aunque Nietzsche murió sin conocer el reggaetón hay que centrarse en el vaso medio lleno y agradecer por cada momento que se puede utilizar para escuchar la música que te gusta las veces que te gusta, así Spotify al final de un año te diga que escuchas canciones de corazón roto, pero aún así la vida es demasiado corta para vivirla sin escuchar lo que te gusta.  

Perdonar es algo que haces por ti y para ti, puede que a la otra persona le de paz mental, hasta que se da cuenta que perdonar y que las cosas vuelvan a ser igual es algo completamente diferente, pero dejar de cargar con el dolor causado es lo que nos permite seguir. 

Amar solo sirve si es desinteresado, de lo contrario es una novela digna de episodio de la Rosa de Guadalupe, y no, dejar ir no necesariamente es el acto más poderoso que puedes llevar a cabo por amor, quedarte así seas infeliz también tiene su peso, los dos escenarios son una porquería. 

Amar sin ser amado es una tragedia, pero, cuando no es falta de amor el mundo nos muestra su cara más cruel y conocemos nuestra peor cara, esa que siempre llega cuando la realidad nos da una patada voladora.

Como dice la canción: And all I wanted was the simple things a simple kind of life, justo el último año pude contemplar una vida tranquila, sin el afán del reloj en las mañanas para llegar a un lugar en el que eres solo un número más, sin el afán de volver para robar un poco de tiempo y pasarlo con tus personas favoritas, el no pelear con una ciudad para llegar al hogar que has construido, disfrutas de cosas tan simples como cocinar, leer, o sentarse en el patio a contar historias. 

De lo anterior sumo el ser consciente de la felicidad como parte del camino y no como  un fin, porque los cuentos de hadas dijeron felices por siempre, es decir se cazaron y se murieron porque de lo contrario no hay un escenario donde después de la felicidad no haya algo más, tal vez en mi caso una vida tranquila es una vida feliz y saber que siempre hay problemas y que siempre puede ser peor y cuando no es peor eso bien podría ser felicidad

Amar es una decisión que se toma todos los días, incluso cuando nos rompen podemos decidir si seguir amando, porque una cosa es estar enamorado, por ejemplo todos estamos enamorados de Scarlett Johansson, pero no todos la podemos amar, y esa es la parte que se decide todos los días, cómo vamos a amar hoy, cómo vamos a demostrar el amor que sentimos el día de hoy, esa persona que amas puede irse, no por eso dejas de amarla, solo dejas de darle ese amor, en ese orden de ideas será siempre su perdida (bite me Arjona). 

Hacer lo que te gusta no siempre es posible, pero eso no significa que se deba hacer mal, peor que hacer algo que no te gusta es hacerlo de nuevo porque quedó mal, así que a mal paso darle prisa y eso que no quieres hacer hazlo tan jodidamente bien que no tengas que volver a verlo en tu vida, y si resulta que eres bueno en ello a lo mejor dejas de aborrecerlo o puedas cobrar más por ello. 

Llorar no es símbolo de debilidad (llegar a esto me tomó muchos años), es el punto de reconocer que algo está mal, es ser vulnerable, sentir la frustración, el dolor y otras cuantas emociones que no podemos nombrar, tratar de que se convierta en lágrimas para que se vayan y no vuelvan más, ese momento no nos define, nos define lo que hacemos una vez dejamos de llorar. 

Se quedan en el aire un par de cosas, pero ya no estoy en edad de trasnochar o de sentirme culpable porque un post me quedó incompleto, eso es lo que pasa con la edad. 







 

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