Las elecciones han vuelto a sacar los más trascendental de nosotros como pueblo, pero en medio de todo es bonito saber que como pueblo en general estamos mamados y nos damos cuenta de lo jodidos que estamos, que como pueblo nos rompen el corazón.
Personalmente esperaba una votación más pobre, esperaba menos de cinco millones de votos, y a pesar de los resultados pensar que 11 millones de personas creemos que el congreso elegido para servir solo se sirven a ellos mismos utilizando nuestros recursos, es decir, son corruptos, curiosamente los mismos 11 millones de personas que votamos por ellos sabemos que están haciendo las cosas mal.
Esta mañana mientras desayunaba y escuchaba las noticias (soy una anciana) sobre los compromisos y la "buena voluntad" del pacto anticorrupción, como una respuesta a esos 11 millones de votos, el pensamiento cínico y pesimista me llegó para maquinar qué pasaría sí esos 11 millones de votos dejáramos de pagar impuestos, dejáramos de hacer lo mejor cada día, dejáramos de intentar hacernos merecedores de un mejor país, o mejor aún qué pasaría sí en la letra pequeña del contrato de estos fulanos apareciera algo como: en caso de acusación de corrupción se amputará la última falange del dedo meñique de la mano izquierda, sí solo por acusación, y ya en caso de resultar culpable amputación del brazo izquierdo, y el tatuaje de una C de corrupto en la frente, obviamente me empecé a reír sola pensando en cómo serían la sesiones de tan honorables cuerpos del gobierno a mitad de su período, la cantidad de "inocentes" sin falange, la cara de tristeza de esos que fueron amputados hace solo un par de días, mejor aún, el ser visto como un cáncer aquel tatuado en la frente y básicamente evitado para no ser sospechoso por asociación, eso sería muy bonito.
Más allá de mi cinismo y carencia de optimismo, el panorama es realmente sombrío: el gobierno está a merced de un solo partido político, uno que claramente ve al pueblo como la gallina de los huevos de oro y en lugar de tratarla bien para que mejore su producción empieza a desplumarla, matarla de hambre y patearla para que recuerde cuál es su lugar en la cadena alimenticia, esa relación de amor odio es en realidad odio odio y no tenemos quién nos defienda y cuando nos dan la oportunidad de hacerlo no creemos que nos merezcamos algo mejor.
11 millones, así debería llamarse un grupo musical, preferiblemente de reggaeton y trap para que todos lo escuchen y sus letras puedan describir de una manera gráfica todo lo que el gobierno hace con nosotros, en todas las posiciones, en todos los lugares, con ropa y sin ella, 11 millones, debería ser más que un mensaje un movimiento que nos recuerde que tal vez cuando vas por la calle (yo no porque vivo en Antioquia Federal) a tu lado hay alguien que así como tú quiere un país mejor y que tú te mereces ese país.
Personalmente esperaba una votación más pobre, esperaba menos de cinco millones de votos, y a pesar de los resultados pensar que 11 millones de personas creemos que el congreso elegido para servir solo se sirven a ellos mismos utilizando nuestros recursos, es decir, son corruptos, curiosamente los mismos 11 millones de personas que votamos por ellos sabemos que están haciendo las cosas mal.
Esta mañana mientras desayunaba y escuchaba las noticias (soy una anciana) sobre los compromisos y la "buena voluntad" del pacto anticorrupción, como una respuesta a esos 11 millones de votos, el pensamiento cínico y pesimista me llegó para maquinar qué pasaría sí esos 11 millones de votos dejáramos de pagar impuestos, dejáramos de hacer lo mejor cada día, dejáramos de intentar hacernos merecedores de un mejor país, o mejor aún qué pasaría sí en la letra pequeña del contrato de estos fulanos apareciera algo como: en caso de acusación de corrupción se amputará la última falange del dedo meñique de la mano izquierda, sí solo por acusación, y ya en caso de resultar culpable amputación del brazo izquierdo, y el tatuaje de una C de corrupto en la frente, obviamente me empecé a reír sola pensando en cómo serían la sesiones de tan honorables cuerpos del gobierno a mitad de su período, la cantidad de "inocentes" sin falange, la cara de tristeza de esos que fueron amputados hace solo un par de días, mejor aún, el ser visto como un cáncer aquel tatuado en la frente y básicamente evitado para no ser sospechoso por asociación, eso sería muy bonito.
Más allá de mi cinismo y carencia de optimismo, el panorama es realmente sombrío: el gobierno está a merced de un solo partido político, uno que claramente ve al pueblo como la gallina de los huevos de oro y en lugar de tratarla bien para que mejore su producción empieza a desplumarla, matarla de hambre y patearla para que recuerde cuál es su lugar en la cadena alimenticia, esa relación de amor odio es en realidad odio odio y no tenemos quién nos defienda y cuando nos dan la oportunidad de hacerlo no creemos que nos merezcamos algo mejor.
11 millones, así debería llamarse un grupo musical, preferiblemente de reggaeton y trap para que todos lo escuchen y sus letras puedan describir de una manera gráfica todo lo que el gobierno hace con nosotros, en todas las posiciones, en todos los lugares, con ropa y sin ella, 11 millones, debería ser más que un mensaje un movimiento que nos recuerde que tal vez cuando vas por la calle (yo no porque vivo en Antioquia Federal) a tu lado hay alguien que así como tú quiere un país mejor y que tú te mereces ese país.