That Smille
Hoy es una de esas oportunidades en la que me gustaría ser solo corazón e inundar el mundo con todas las fotos de littleSaltamontes para decir que estoy muy orgullosa de ella, así podría recibir miles y miles y muchos más likes y mostrárselos a ella para que se sienta orgullosa también, pero entonces recuerdo que todos los días me siento muy orgullosa de ella, que al menos un par de veces por semana le dijo que es mi hija favorita, y que también un par de veces por semana recibe algunos regaños y entonces ella empieza a pensar que todo lo que le dijo en los buenos momentos es falso.
Así que ¿porqué hoy sería diferente?, la verdad, ha sido un proceso que inició cuando decidí que no sería tan malo tener un hijo, a pesar de saber todo lo malo que podría ocurrir y que todo iba a cambiar, después ha sido un sin fin de prueba y error porque en el empaque no venía el manual de instrucciones, con más desaciertos que aciertos y paciencia de esa que dicen que puede conseguir cualquier cosa.
La vida y obra de littleSaltamontes ha estado llena de muchas cosas con las que puedo llenar internet: buenos resultados académicos, reconocimientos por sus valores, felicitaciones, admiración por ser del tipo de persona que cede el puesto en el metro sin tener que pedírselo, el caminar un par de cuadras con una envoltura en la mano hasta que encuentra donde botarla o utilizar una voz de regaño cuando el señor del taxi no se despide amablemente, sí, esas cosas que me harían ganar muchas bendiciones en las redes sociales, y me harían sentir bien, una bendecida y afortunada por esas cosas, pero, esa no es mi historia, es la historia de littleSaltamontes y eso es lo que hace que hoy sea diferente.
Muchas de sus cosas han sido parte del proceso, algunas que han sido el resultado de mi trabajo como adulto responsable, también de mi mamá que le tiene mucha paciencia en el día a día y de niñox que es un alcahuete con ella, pero, hoy tiene para su historia las primeras medallas que no son de participación (1 oro y dos bronces), medallas que son el resultado de su entrenamiento, de su sudor, constancia, dedicación, disciplina, el resultado de unos meses de buen entrenamiento, el resultado de un trabajo que ha sido solo suyo, eso es lo que lo hace diferente, el hoy saber que puede, que no se trata de azar, que se trata de algo tan grande como ella lo pueda imaginar y entonces trabajar por ello.
Podría llamar la atención sobre mi y contar todo lo que va detrás de hacer que ella lo lograra, pero todo lo que yo pueda hacer tras bambalinas no se compara nunca con lo que sentí cuando vi esa sonrisa gigante que se dibujó en su cara al recibir su primer medalla de oro.
A mi solo me queda estar con ella y recordarle esto que han publicado los deportistas que admira sigue en redes sociales:
Le llaman suerte, pero es constancia.
Le llaman casualidad, pero es disciplina.
Le llaman genética, pero es sacrificio.
Ellos hablan, tú entrena.
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