por problemas técnicos mi
motox se encuentra en reparación, mientras tanto y con ganas de cambiar conseguí un
z3 compact (
porque el tamaño sí importa) que después de una semana de uso debió pasar tres semanas en el servicio técnico de tigo (aunque allá dicen que se trató solo de una actualización de software, yo me atrevo a decir que fue uno de esos
casos de muerte súbita).
El sábado de nuevo con mi Z3 en la mano realicé la configuración de las apps, y de por fin estrenar el adaptador para carga magnética, resulta que al conectarlo la pantalla se pone de colores muy
arco iris, sin embargo, al tocar la pantalla se quita, el teléfono no se recalienta y carga tal y como se espera.
Después de ver que no genera malestar en el equipo solo me queda pensar que
mi smartphone es gay y que esta es su forma de decirme que es niño y quiere que le conecte el usb macho o que es niña y le gusta más así magnético tipo hembra, solo espero no vulnerar sus derechos al seguirlo cargando por el magnético.
...algunos días es más fácil sonreír, pero hoy no es uno de aquellos días...
así lo dice la canción, así son algunos días
No siempre es un buen día para hacer hacerte sonreír con mis incontables trivialidades, algunas veces me falla el aguante,
más en los últimos días debo confesar, y entonces
desfallezco en el intento de intentarlo, en el fondo no tiene sentido tratar de explicar el negro sentido de mi humor, no me conformo con fáciles conjunciones pero me basto con eso antes de tener que explicarme, antes de tener que intentarlo, antes de parecer esa persona que sueles ver y que en uno de esos días
definitivamente no soy.
Aveces quisiera ser tú y tener al otro lado alguien como yo, en medio de mi absurdo ego y mi devastadora modestia, alguien como yo en un día como esos es lo que se necesita para no pretender que las cosas están bien, para recordar que se puede estar peor y que eso no importe.
No sé cuántos giros di antes de perderme, solo sucedió, mañana a lo mejor antes de salir de la cama vuelva a encontrarme.
Los primeros días que vi a Diana iba con su uniforme corporativo, sin saco o chaqueta, algo para mi desconcertante para los 15° a esa hora de la mañana, pero con los brazos cruzados, la temperatura ha aumentado, pero Diana sigue con los brazos cruzados y expresión de disgusto sin importar como pinte el día.
Diana se levanta antes de las 5 am, hoy como de costumbre tenía ganas de nada, ni siquiera de detener la alarma, solo se levantó en modo automático, se sentó en el sanitario a esperas de que algo sucediera, nada sucedió.
Diana se bañó con agua fría y antes de las 5:30 am toma el bus que la deja en la avenida oriental, a esa hora su ruta no está muy congestionada y logra subir por la Ayacucho a eso de las 6:25.
Diana no voltea la cabeza para mirar a ambos lados de la calle antes de cruzar, solo ve al semáforo peatonal, debe ser difícil caminar con los brazos cruzados y voltear la cabeza.
Diana debe preguntarse porqué le sonrío cuando me la encuentro, para mi sorpresa la expresión de Diana se puede hacer más fuerte, podría apostar a que aplasta fríjoles con su entrecejo.
Diana no sabe que yo creo que se llama Diana, tampoco sabe que cuando la veo a lo lejos empiezo a preguntarme porqué sigue cruzando los brazos y si no le duele la espalda por tan incómoda posición.
Diana espera que mañana sea el día que algo pase, hoy al acostarse pensará un par de veces en algo muy importante para hacer mañana, cuando suene la alarma tendrá en la cabeza algo importante que tenía que hacer, durante todo el camino al trabajo va a tratar de recordar lo que se llevó a la cama como último pensamiento esperando que nada la distraiga, ni siquiera esa extraña mujer que sonríe al verla y le hacer olvidar lo que estaba a punto de recordar.
Una mañana no tan cualquiera comenzó con una LittleSaltamontes que se levanta al segundo llamado de su padre y desencadenó en una salida sin la sensación de aumentar velocidad de camino al colegio y luego al sitio donde debía tomar el bus.
Abrir la puerta, dejar que el perro toque el andén, decirle adiós al perro, escuchar a littleSaltamontes dar un par de gritos: "que te vaya bien en el tranvía, en el metro, en el metro plus, en el trabajo" para que niñox alcance a escuchar, cerrar la puerta y salir, unos instantes después sale él, deprisa, aunque hay tiempo siempre sale deprisa, LittleSaltamontes lo ve pasar hacía el tranvía y dice: "papito es muy lindo", la verdad no tengo nada en contra de esa declaración y sonrío al saber que ambas estamos de acuerdo con eso.
En el recorrido de las casi 6 cuadras hasta el colegio pasan muchas cosas, así nunca pase nada, llevar su maleta, darle la mano, intentar calentarla cuando hace frío, ver el cielo en el occidente y tratar de acertar el clima del día, ver pasar el tranvía, pero hoy con la certeza de que niñox iría en él decidimos que podríamos buscarlo al verlo pasar, antes de perder la ruta del tranvía sentimos su sonido y nos detuvimos para verlo pasar y buscar el objeto de nuestro afecto.
La sonrisa de LittleSaltamontes al verlo y lo mucho que se quedó esa sonrisa con ella el resto del camino es lo que se dice que es el amor, sonreí con ella, niñox nos vio y sonrió, y con sonrisa dibujada cada uno siguió su camino.