Random access memory

Una vez perseguí a mi sobrina por la casa para arrancarle un diente, se escondió debajo de la cama, salió de allí y también el diente.

Me gustaban más las chispitas mariposa que las torero.

Los sábados escuchaba el top veinte de la súper estación Cali para poder grabar mis favoritas en casete.

Un día llegué tarde al trabajo porque en Multipremier estaban presentando Matrix a la hora del almuerzo. 

No me gustaba escribir con lapiceros de dos colores. 

Cuando tenía seis años una de mis tías me dijo que me iba a regalar un lápiz de doce puntas, estuve pensando por varios días como sería ese lápiz, me sorprendí mucho cuando me lo regaló y vi que era más sencillo de lo que me pude imaginar. 

Estando en cuarto de primaria en la escuela presentaron en modo cine una película de los Hombres G, yo cantaba toda la canción 'devuélveme a mi china' menos la parte que decía marica. 

En la esquina de la iglesia quedaba la tienda de video, después de las misas de domingo me gustaba ir a ver las cajas de las películas de beta y vhs, un día llegué a la sección de porno, el muchacho que cuidaba me miro y me dijo que de esas no podía alquilar pero que las podía seguir viendo. 

Roberto el loro de mi tía me dio un picotazo en el antebrazo y me dejó una marca. 

Una de las avispas negras que amarré con un hilo me alcanzó a picar en el pulgar, me hice un torniquete hasta que el dedo se puso frío, no pasó a mayores. 

Cuando estaba en tercero de primaria fuimos a unas clases extra porque la profesora había estado enferma, en el recreo de esas clases me fui corriendo y toqué la campana, nunca pensé que pudiera saltar tanto, menos mal no pasó de un regaño. 

En séptimo durante uno de los descansos me senté a ver un partido de balonmano, una de las jugadoras me pidió que le comprara un pepsi, cuando se la entregué me regaló la devuelta.

Siendo niña y de vacaciones en Naranjal me gané setenta pesos jugando al bingo, con cincuenta me alcanzó para comprar un pollo asado que compartí con unos primos y tías. 

Con lo que me gané en mi primer trabajo de vacaciones invité a mi hermano, su novia y un primo  a ver toy story 1, hasta me alcanzó para las crispetas. 

Cuando tenía 13 años me caí de la cama, abrí los ojos y me dí cuenta cómo era una cama por debajo. 


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2 Comments

  1. Qué bien. Por ratos sentí que fui Edilay cuando era pequeño.

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    1. Honolable yo no te imagino siendo yo cuando tenían que peinarme y me quedaban los ojos chinos, pero hay cosas que son tan comunes que cualquier recuerdo nos lleva a los años maravillosos.

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