Todo el mundo roba, quien diga que no es porque tiene mala memoria o decide mentir de forma deliberada.
Acá (en este valle de lágrimas, país del sagrado corazón, país del divino niño, país en el que los camioneros tienen su propia virgen) nos resignamos a elegir gobernantes que roban y nos sentimos agradecidos cuando vemos que nuestro dinero (el dinero del pueblo) va más allá de los bolsillos de políticos hampones y alcanza para poner unos cuantos ladrillos en las ciudades.
De Medellín me gusta que se ve movimiento de cemento, asfalto y ladrillo por todas partes (no quiero profundizar en el tema de zonas verdes, no me odien por querer ir al grano) y uno como contribuyente dice, roban pero también invierten y se llega a sentir contento porque su dinero se ve (y se pone triste al recordar que en Cali pasó tanto tiempo sin mover cemento que cuando al fin pusieron unos cuantos ladrillos las llamaron megaobras).
Llevo 6 años en Medellín, he visto como se levantan un par de puentes, he visto de escombros surgir colegios, crear parques y crear nuevas calles (y así por encima he estrenado 3 centros comerciales), roban, pero se ve, sin embargo creo que no había visto más allá, y por esas cosas de la vida o de planeación municipal el cemento llegó cerca a mi casa, vi desaparecer una Sede de Comfama para convertirse en una calle que da directo a un nuevo puente, también están construyendo un Museo cerca y cuando lo recuerdo me llego a sentir de mejor familia.
Las obras por mi casa llevan más o menos 2 años, el Comfama desapareció hace poco más de un año y hace más de 2 meses los obreros y la cinta naranja mágica que impide el paso desaparecieron, si mi familia viene a visitarme es probable que se pierda porque el Comfama servía como punto de referencia, hoy en lugar del Comfama hay una calle, una imitación de zona verde, una cebra mal hecha y un sendero peatonal al que le faltaron 3 bultos de cemento y 6 carretas de arena para terminarlo.
En Google Maps aún se vé lo que había antes:
La idea era 'sencilla' tumbar el Comfama Buenos Aires para llegar de la carrera 37 a la carrera 36A porque también está la parte de hacer un punte que una esas 2 calle 51 que aparecen en el mapa y en donde están las letras amarillas que dicen puente ahí está quedando un bonito museo:
Volvamos al Comfama, pues el Comfama ya no existe, el cruce entre las carreras 36A, 37, calle 49 y calle 50 se ve así:
- La cebra 1 es para pasar de un lado al otro de la calle 49 por debajo de la carrera 37.
- La cebra 2 es para pasar de un lado al otro de la carrera 37 antes de la calle 49.
- La cebra 3 es para pasar de un lado al otro de la calle 49 por encima de la carrera 37.
- Las cebras entre la carrera 36A (la carrera nueva), carrera 37 y calle 50 después de la calle 49, pues no existen, imagino que se vieron la película Madagascar y decidieron viajar a Africa.
Imagino que las personas que diseñaron el paso peatonal de este cruce vieron que los habitantes de la zona tenían autos y no necesitaban pasar a pie por esos lados o en el peor de los casos descubrieron que en unos días en este sector de la ciudad se presentaran los primeros casos de transportación y decidió no gastar plata en cebras (si ven lo del círculo amarillo, los que aún no nos teletranportamos hacemos así para poder pasar) o que definitivamente nadie en el mundo necesitaría nunca llegar del punto a al punto b.
Si logro sobrevivir al cruce entre el punto a y b, y subir como el amable vendedor de periódicos (que podrán encontrar en otras fotos de este post) por el sendero peatonal (o caminito alegre) llega un momento en el que se pone a prueba nuestro ingenio, el sendero de cemento desaparece y encontramos que faltan unos cuantos metros para llegar al andén, ¿qué hacer? ¿salir del sendero y pedir a los dioses que no le vayamos a pegar con nuestras espalda o cabeza al retrovisor de un bus? ¿sacar las botas pantaneras y continuar por el sendero?
Mientras decides qué hacer con el sendero miras a la izquierda queriendo pedir la ayuda del público, un lindo pasto color verde es el lugar perfecto para que muchos indigentes pasen la noche, la tarde y la mañana, eso si, la vaina verde que se fuman no parece pasto, no huele como pasto y creo que no es pasto, y por supuesto los robos del sector se han incrementado quién sabe por qué.
Sigo trabajando en lo de la teletransportación para sobrevivir a la ausencia de cebras, procuro no pasar después de las 9 de la noche por el caminito alegre, cuando siento el olor a marihuana mi banda sonora es: "all you need is love" y cuando paso con LittleSaltamontes jugamos a que el pedazo de andén que falta es una fosa de cocodrilos porque no sé cómo explicarle que mis impuestos no alcanzaron para pagar por la obra y los políticos corruptos a la vez.