Who You Are
Me reconozco en su genuina sonrisa y en sus fingidas carcajadas.
Reconozco sus ojos y sus dientes, y son tal como en su momento los pedí.
Me reconozco en sus silencios , en los gestos y sus protestas cuando siente que le atropellan.
Encuentro familiar su impaciencia, su forma de caminar y la ternura.
Me encuentro en su ingenio, la facilidad de disfrutar, la necesidad de cambiar.
Reconozco sus gritos y entiendo sus silencios.
Si creyera en la perfección, si tuviera un anhelo, un sueño o deseara algo, pediría que fuera como fue esta noche, con sus sonrisas, con su sentido del humor con su visión del mundo, me encanta ver que tiene algo mio, me encanta ver que tiene algo suyo, pero no puedo describir lo que se apodera de mi al ver que es más que una parte de nosotros, me gusta descubrir que el cuento de cada noche es en ella una necesidad, me emociona ver como expresa con su cuerpo la música, me enternece escuchar sus historias que son una mezcla de los cuentos, la música y de sus experiencias.
Me gusta que me pregunte ¿por que?, me gusta, más aún poder responder y ver como sonríe mientras le cuento mil historias y luego ella contesta esa pregunta.
Me enamoro, una y otra vez cuando veo como sus gustos se conectan, como extienden su paciencia y entre risas y carreras se reconocen como padre e hija.
Nunca he pedido nada y sé que lo que he conseguido ha sido a pulso, pero algo tuve que hacer jodidamente bien para tener una burbuja existencial en la que siento que tengo todo, en la que soy una madre, una buena compañía y merezco cada noche un: te quiero mucho mamá.
1 Comments
Hola.
ReplyDeleteRetorno, por aquellos extravíos del azar o del destino, a tu bitácora después de haberla visitado a mediados del 2009. Me encanta constatar que el tiempo ha aflojado su nudo dejándote espacio para escribir con mayor frecuencia de la que lo hacías por aquellos días (así como me encanta ver que no abandonaste tu blog a su suerte)…
Sólo quería decirte eso y notificarte que existirá una puertica desde mi blog por la que entraré, con alguna frecuencia, a tu bitácora…
Saludos desde la fría, y no pocas veces lluviosa, Bogotá
Escribe ahora o calla para siempre!