Numb

De las cosas que más me contrarían con mi educación religiosa es la relación con el dolor, el pensamiento que ese dolor hace parte del proceso de "purificación"  y que después de este nos hacemos dignos de algo mejor, no estoy de acuerdo y me parece de hecho ilógico, debe ser por eso que la fe y yo no nos llevamos bien. Una de las cosas que propongo hacer con el tiempo que hoy se invierte en educación religiosa debería invertirse en conocer sobre las religiones en general, al menos las más famosas del mundo y así aprender al menos algo de tolerancia al respecto, también para aprender "cuál es la verdadera", pero en el fondo para podernos identificar con una de ellas según nuestra manera de ver la vida y también la muerte. 

Algo que suele ser tema de conversación cuando ya tengo suficiente alcohol en el organismo o cuando la compañía es grata es la necesidad de creer en algo por el dolor y miedo que tenemos los seres humanos a la muerte, porque obvio el ego nos lleva a pensar que no merecemos solo ser carne y que cuando morimos debemos ir otro lugar en lugar de ser solo parte del ciclo de la vida y convertirnos en abono (Te fallamos Mufasa), ser ateo es reconciliarse con esa idea de que solo somos el aquí y el ahora, no hay un plan, no hay una recompensa ni un castigo y como dice Shakira: Cuando alguien se va el que se queda sufre más, por ese dolor llegamos a creer (y porque toca, no es que me preguntaran si quería hacer la primera comunión), porque queremos pensar que esa persona que amamos está en "el otro lado" y nos encontraremos con ella. 

El proceso de duelo es algo que también iría muy bien en lugar de una clase de religión,  por eso se nos da tan mal que nos rompan el corazón, porque básicamente es el dolor de un un duelo y no sabemos como lidiar con ese dolor ahora sumarle ese dolor a una persona tan emocionalmente dañada como yo que no sabe qué hacer durante ese proceso de aceptación de la pérdida es una fórmula perfecta para el desastre, doble desastre cuando pierdes un ser querido y quieres apoyar a los demás en su proceso de duelo, son cosas que no aprendes en la escuela porque al parecer es más importante saber las razones por las que te vas a ir al infierno que aprender a lidiar con tus emociones cuando pierdes a alguien. 

Viernes de Siluetas
Mi relación con el duelo es complicada (no voy a decir por ejemplo que este post lo escribí con alcohol en la cabeza y escuchando el Tiny Desk de Dua Lipa para no ponerme a llorar), he leído mucho al respecto para poderme formar una idea de qué hacer cuando pierdes a alguien, porque people always leave y es algo a lo que no te acostumbras, así la misma persona se vaya un par de veces, las razones por las que la gente se va son variadas, algunas de sus razones pueden ser la justificación para aceptar la pérdida de manera menos dolorosa, pero no deja de doler.

Las razones por las que se da el dolor suelen ser varias una de ellas, la más poderosa viene de las cosas que dejamos de hacer porque creímos que habría otra oportunidad, ese abrazo, ese te quiero, ese beso, ese te amo se quedan en uno y terminan volviéndose una piedra en el zapato enquistada y doliendo porque dejamos pasar la oportunidad cuando tuvimos el tiempo, el espacio, la disposición y no necesitábamos que se alinearan los planetas solo necesitábamos estar y estuvimos, pero fuimos presa de nuestra propia  y humana estupidez y pasamos por alto la oportunidad, eso es lo que duele: la oportunidad perdida, de este dolor deriva la causa del siguiente: el tiempo perdido, ese que pasamos discutiendo por nimiedades en lugar de decirnos y demostrarnos lo mucho que significamos, por eso a medida que pasa el tiempo nos volvemos esa parte de la canción de Mecano: Por mucho que intento no recuerdo tus defectos, y nos volvemos víctimas del buen lejos, es por eso que volvemos con aquel Ex que deja mucho que desear y que ningún muerto es malo, el buen lejos nos hace olvidar "lo malo"  y amplificar lo bueno que perdimos al no tener en nuestra vida a esa persona, algo demasiado peligroso. 

No hay atajos, no es que el tiempo lo cure, perder a alguien sin importar las razones es perder una parte de sí mismo, no todas las personas son iguales en nuestras vidas, con cada persona podemos llegar a manifestar solo una parte de todo lo que somos, hay personas con las que nos dejamos ser y cuando dejan de estar el dolor que sentimos es perder el espacio que habíamos creado con ella para poder ser, es el dolor de perder una parte de nosotros mismos y es de esos dolores que se quedan para siempre porque sabes que no vas a encontrar una persona igual, así que haces duelo por esa parte de ti que también perdiste, que de cierta manera esa persona se llevó, pasó a vivir dentro de ella.

En días como hoy en los que debo enfrentarme al duelo muy en contra de mi cada vez más escasa voluntad quiero pensar que hacer el duelo es procesar que esa persona ya no está contigo y que ha pasado a vivir dentro de ti, deja de ser con quien estás y pasa a formar parte de quién eres, el duelo es la metamorfosis de esa relación, la nostalgia es otro nombre que bien le damos al amor que llegamos a sentir y ese es el resultado del duelo. 

En días como hoy queda la tranquilidad de haber querido, de haber aprovechado la oportunidad, de haber demostrado el cariño y de llorar para iniciar un duelo de esos que vienen sin segundas oportunidades. 


Una copa de vino a tu salud y como lo dicen tus creencias: buena suerte en el otro lado Ñaña, fue mi placer conocerte. 

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