Una conversación que suelo tener con las personas incluso estando sobria que de hecho la sobriedad me acompaña desde hace muuuuchos años, es sobre la forma en que nos relacionamos con los demás,cuando alguien nos gusta, pero más importante: para qué nos gusta, sí, sí, puede verse como poliamor o excusa para la infidelidad, pero de vez en cuando es bueno salirse de esa imagen que nos crean sobre las relaciones y hacer esa mezcla entre cabeza y corazón para formarnos un idea acorde a nuestras necesidades.
Es un hecho que cada persona que dejamos entrar en nuestra vida entra hasta donde se lo permitimos, está allí para satisfacer una de nuestras necesidades, también que algunas personas llegan a satisfacer muchas de ellas, (obviamente no todas, no se engañen ni engañen a los demás pequeños saltamontes, no sean tan crueles o inocentes), algunas de estas relaciones se van creando por exposición durante un tiempo (guiño para quienes saben de primera mano que soy un maldito* gusto adquirido) otras solo necesitan un segundo y entonces haces clic, una palabra un gesto, una sonrisa, una mirada y sabes que esa persona te gusta y a partir de allí compartes con ella esperando descubrir el para qué.
A cada persona la queremos para algo diferente, cada persona nos gusta de manera diferente, con cada persona nos conectamos de manera diferente, con algunas personas en un par de encuentros logramos una intimidad que un relación de años no alcanza a emular (por más que queramos, por más que lo intentemos, así pongamos toda la carne en ese asador y comprometamos nuestra vida en ello desafortunadamente no es posible llegar a ese nivel y siempre faltará algo), es el no eres tú, soy yo más grande y desgarrador de la vida porque no podemos forzar una conexión que no existe, como dice Bumbury: ♫...Tienes la actitud correcta, pero te falta ese no sé qué, que no sé lo que es y es lo único que importa...♫
Cuando creamos una conexión de ese tipo descubrimos partes de nosotros que no sabíamos que teníamos o creíamos no tener y de alguna forma generamos esa sensación de sentirnos completos gracias a esa persona, algunas veces somos personas afortunadas y en medio de dejarnos ser logramos diferentes niveles de intimidad con diferentes personas en nuestras vida y vale la pena aclarar mis fans y fans confundid@s** que intimidad no necesariamente es sexo podríamos decir que puede llegar a ser una forma de intimidad, pero también están los escenarios en los que nos gusta alguien solo para esos menesteres y nuestra vida no se altera más allá que la respuesta física momentánea, porque como dice la sabiduría popular: eso se lava y queda igual, pero cuando establecemos conexión con alguien logramos una verdadera intimidad podemos llegar a ese nivel en el que nuestros pensamientos, ideales y sentimientos cambian y no hay como lavarlo, eso es algo con lo que deberíamos aprender a hacer las paces y entender que no podemos poseer o ser el todo para otra persona y si de verdad llegamos a amarle no limitarla solo a lo que nosotros le podemos dar, porque hay diversos tipos y niveles de intimidad (personalmente me parece abrumador tratar de conectar todos ellos en una sola persona, peor aún que quieran sea yo esa persona) y es en esos momentos de intimidad donde nos permitimos conocernos, retarnos y crecer.
Creo necesaria una que otra conversación de este tipo, porque culturalmente hablo desde este lado del mundo obligado a la monogamia, donde intimidad se confunde con sexo, donde fidelidad se confunde con sexo y como bien lo dijo Oscar Wilde: “Everything in the world is about sex except sex. Sex is about power.”, todo se resume en sexo (porque hay gente así de básica) y pasamos por alto el nivel de conexión que podemos encontrar en/con otros, donde compartir unos minutos de comodidad en silencio dice mucho más que un par de horas de sudor y orgásmica agitación desmedida, nos quedamos con lo que dicen debe ser una relación en un mundo/cultura donde crecemos emocionalmente discapacitados y dejamos de lado lo que realmente necesitamos.
Al parecer la evolución nos llevó a ser seres sociales lo que sea que eso signifique y es algo que termina siendo difícil para personas como yo (esos introvertidos a los que no se nos nota porque aprendimos a socializar) y establecer conexiones se nos hace agobiante y por lo tanto escaso, quizá es por eso que cuando "conecto" de verdad con alguien trabajo en conservar esa conexión y explorarme(nos) a través de ella, porque como suele suceder cuando esa persona se va quiero saber que aproveché cada encuentro y conocí esa parte de mí que desconocía y solo me quede agradecer por la oportunidad.
Al final solo queda darse la oportunidad de ser y conectar, en consecuencia dejar de un lado el ego y la necesidad de poseer con la excusa del amor y permitirle a las personas que amamos establecer conexiones que les permitan descubrirse y ese descubrimiento sea compartido con nosotros.
*Énfasis en maldito porque lo dicen ustedes, no yo.
** fans y fans confunid@s no es necesario que me anden stalkeando en redes sociales, haciendo ¿por error? likes que luego borran (no quisiera ser ustedes cuando se dan cuenta que hicieron like por error), den like con tranquilidad que no le voy a decir a nadie ;), tampoco es necesario que me dejen comentarios anónimos en el blog o con cuentas falsas (eso no es sano), mi correo es casi que de dominio público, así como mi usuario en la herramienta de mensajería instantánea que utilizo, sus dudas y preguntas pueden ser contestadas de frente si se animan a invitarme a una empanada o un café, aún así agradezco que sus visitas suban los números de vistas en mis publicaciones ustedes son la razón de ser de este blog.