-Te amo- lo dijo mientras acababa de vestirse y miraba su cuerpo húmedo y caliente aún en la cama.
-no tienes que mirarme así por decir en voz alta lo que desde hace mucho tiempo sabes- le dio un beso y como era costumbre se fue sin decir adiós.
-no tienes que mirarme así por decir en voz alta lo que desde hace mucho tiempo sabes- le dio un beso y como era costumbre se fue sin decir adiós.
Cuando cerró la puerta y dio unos pasos por la calle sintió como el peso que cargaba desde hace mucho se desvanecía, -ja! cómo si pudiera ocultar mi cara de idiota cuando me busca para vayamos a tomar un café o solo porque quiere sexo sin complicaciones, ¡ja!- pensaba - como si no se me notara en la sonrisa que me aparece cuando nos vemos y permanece un par de días después ¡ja!- se subió al metro con pensamientos diversos que pasaban a ocupar el peso que ahora tenía libre - creo que lo de sexo sin complicaciones ya se acabó, no creo que vuelva a llamarme, sería una lástima porque es sexo realmente bueno, solo le dije te amo, no estoy pidiendo que se case conmigo, eso sería algo realmente estúpido, solo espero que algún día me llame.
Sabía que algún día iba a terminar, pero nunca pensó que fuera por amor -decir te amo está sobrevalorado- pensó por milésima vez esa mañana mientras se tomaba su tercer café. Había pasado un mes o algo así desde que salió por esa puerta, ya no se sentía ante un abismo cada vez que sonaba su teléfono, ni tenía la esperanza de una visita sorpresa al final de la tarde. No podía decir que su corazón estaba roto, de hecho sucedió como lo esperaba, no era la primera persona que se enamoraba y terminaba con las manos vacías -por lo menos no lo grité en medio de un orgasmo, eso hubiese sido embarazador, ya no me es tan fácil buscar mi ropa para salir corriendo - sonrió ante la imagen que se dibujó en su cabeza mientras tomaba la decisión de salir de su encierro y divertirse un poco en la noche.
Pasadas las 10 de la noche entró al bar, fue a la barra y pidió una cerveza, mientras miraba el movimiento del lugar encontró lo que estaba buscando: un cuerpo caliente que quisiera sexo sin complicaciones, al avanzar en su dirección se prometió que esta vez no le iba a decir te amo, por más que que en ese momento sintiera que se estaba enamorando.