si quisiera encontrarte
buscaría en el sudor de mi cuerpo,
seguiría el rastro de tu aliento sobre mi piel
penetraría en mis más oscuros recuerdos.
de querer encontrarte
espiaría mis pecados
reviviendo uno a uno
sin importar llegar a perderme en ellos.
si quisiera poseerte
después de encontrarte,
correría libre con furia y sin prisa
por cada uno tus rincones
de querer poseerte
después de recorrerte
te dejaría libre y con el tiempo
sabrás que es aquí a donde perteneces.
Edilay P.O
Aprovechando que mi sobrinita (ya casi pasará a ser sobrina porque está igual de grande que yo) está por estos lados he visto unas cuantas películas para publico infantil/pre-adolescente (tengo hasta fiebre de hanna montana) y la de hoy me gustó, Un puente hacia Terabithia, aunque parece ser una película sencilla da mucho más.. al menos yo le encontré cosas para retener, por ejemplo la mayoría de películas toman una gran aventura y la ponen a formar parte de la realidad, aquí los protagonistas toman la realidad y la convierten en una gran aventura, encuentran en Terabithia el lugar para encarar a su modo las dificultades de el entorno, la amistad me parece genial y lo que los pequeños detalles logran en las personas que comparten con nosotros o lo que podemos aprender de los demás y de nosotros mismos si estamos con la mente abierta.
Me gustaría conservar esa magia de convertir a alguien que no te agrada en el ogro de tu cuento, y en tu cuento luchar con él de diversas formas, me gusta eso y creo que por eso mi mamá dice que no maduro, porque mantengo con mi mundo en mi cabeza, porque siempre aparece en primer lugar una respuesta loca antes de la socialmente aceptada y porque la mayoría de las veces la expreso sin disfrazarla, porque sueño con muertos vivientes (se que no es tán infantil) y con mis amigos vamos a acabar con ellos y no se me da mal el contarlo, porque me gusta perderme mirando por la ventana, porque me quedo en medio de una lectura imaginando el escenario, porque me gusta encontrar la manera divertida de hacer las cosas, entonces, me gustaría que todos encontrarlos nuestro Terabithia, en dónde podemos ser reyes, ser los más rápidos, ser los más fuertes, ser nosotros mismos.
En realidad no recuerdo como nos conocimos, en que pasillo de la univalle nos encontramos ni cuantos holas pasaron antes que de verdad nos viéramos, no alcanzo a recordar las palabras que cruzamos de manera casual y sin premeditación alguna antes de decir aquellas palabras que cambiarían la historia (nuestra historia), también está confuso el momento en que por primera vez pensé en él de otra manera y culpé a mis inquietas hormonas.
Me pierdo cuando busco el momento que deje de culpar a mis inquietas, aceleradas y pervertidas hormonas y empecé a ver que no era solo eso lo que quería, y me asuste cuando vi que no sabía todo lo que quería, pero si, fue de asustarse.
Recuerdo y muy bien ese primer beso, el temblar de mis piernas, el frío recorriendo mi espalda y sin embargo minutos después pensar que era solo una locura (de esas locuras en las que uno termina metiéndose como no debe con el mejor amigo), si, eso de engañarse a uno mismo puede funcionar por unos días, solo si no le ves la cara al implicado.
Recuerdo que todo era un juego y que mantenía pensando que era solo cuestión de tiempo para que todo terminara, pero llega el recuerdo de quien y como dijo algo incriminatorio primero y como con temor y sabiendo lo que significa se dio una respuesta, y entonces dejo de ser un juego y no porque dejara de ser divertido sino porque las palabras llevaron implícito el deseo de continuar y de hacer crecer eso que cada uno llevaba en silencio por temor, no el temor de no ser correspondido, un temor más fuerte el saber que al otro lado puede sentirse lo mismo y que ya no estas solo.
Es confuso encontrar cuando nació el nosotros, y cuando empecé ya sin temor a perderme en mi mente mientras lo detallaba y pensaba que era bueno que él existiera y mejor aún que compartiera su existencia conmigo.
No recuerdo cómo, cuando o dónde decidimos dar otro paso, pero igual seguimos adelante y creamos un nosotros para nosotros y para nadie más, un nosotros que va entre la amistad y otros sentimientos, un nosotros que puede comunicarse sin palabras, un nosotros que me sorprende exista y que me gusta creerlo finito para así dar todo aquí y ahora pero con los pies en la tierra.
Por estos días se cumplen n años desde que las cosas empezaron a cambiar y me sorprende a la vez que me confunde que siga pensando que es bueno que el exista y mejor aún que comparta su existencia conmigo.
PD: me sorprende el darme cuenta de esta fecha, yo que soy mala para ello, pero se supone que para eso es amor y amistad.