Y es que te apareces así, con esa forma de caminar y mirar el mundo y a mí te me antojas a rock and roll, pero del que es chévere, no ese amanerado de Coldplay, no, más como el de Joan Jett con riffs de guitarra y una voz llena de sentimiento sin miedo a desentonar, y cuando te veo sonreír me suenas en la cabeza con un: I Hate Myself for Loving You, porque es ahí cuando me doy cuenta que quiero que sonrías así solo para mí, que con esa sonrisa a mí me tiemblan las rodillas, se me acelera el pulso y te puedo asegurar que pese a mi buena salud se me baja el azúcar, así que no es justo que vayas por ahí haciendo sonreír a alguien más es ahí que podría llegar a odiarte porque apelo a la inexistente justicia divina cuando sé que sonreír así es tan fácil para ti como respirar.
Y es que sigues así, pidiendo esa cerveza que te gusta y hablando de forma apasionada sobre cualquier cosa y yo solo puedo verte hacer caras y perderme en tu historias, en ti, hasta que suena alguna canción que también te gusta y me cuentas por qué te gusta junto con uno u otro dato que sabes de la canción o el artista y ahí me suenas más a rock and roll cuando tarareas la canción y sonríes porque al verte así me sale esa sonrisa estúpida que solo quiero que borres con un beso y me salves de mi miseria, pero no, vuelves a ser rock and roll y decides mirarme como si supieras algo que nadie más sabe y cierras los ojos para escuchar un poco más de la canción, mientras yo pienso que debería tragarme la tierra antes de que se me salga una arjonada y te pida que seamos verbo y no sustantivo.
La música sigue y mientras "cantas" otra canción que te gusta y miras con la intensidad suficiente para asegurarte de que tienes toda mi atención yo solo veo tus labios y en ellos una y mil excusas más para poder besarte es ahí como se me escapa el último rastro de la cordura que se esfumó cuando dijiste que querías verme.
Antes de darme cuenta se me acaba la noche y el rock and roll que empezó a sonar en mi cabeza cuando nuestras miradas se encontraron por primera vez ahora me corre por toda la piel y siento el cosquilleo en esas partes donde sin querer o quizá queriendo has dejado un sutil roce, no sé en qué momento dejé de escuchar lo que estabas diciendo y con cada segundo que pasa me consumen las ganas de callarte con un beso mientras aprovecho para poner de mi parte y despeinarte un poco más y que te importe un bledo lo que sigo haciendo con mis manos.
Se acaba la noche, pero no las canciones y es que solo tú puedes meterme en la cabeza una y otra canción mientras vagabundeamos por esta ciudad, meto las manos en los bolsillos de mi chaqueta porque no sé qué hacer con ellas aparte de dejarlas temblar, porque me falta de todo lo que se necesita para enredarlas en tu pelo y hacer que el rock and roll que has puesto a sonar en mi cabeza se atreva de una vez a juntar nuestros cuerpos, porque cuando creo que decides compadecerte de mí y besarme, me dejas con el corazón a mil y te alejas con esa maldita sonrisa que usas para lograr que haga lo que quieras y aunque no es muy rock and roll de mi parte en mi cabeza suena fucking Katie Melua con a To kill you with a kiss así no me atreva ni a tocarte un pelo.
Y es que te despides así, llevándote todo el rock and roll contigo, usando la despedida como excusa para un tímido beso en la mejilla que dura más de lo que los cardiólogos recomiendan es bueno para el corazón y mientras te alejas tarareas no sé qué canción y no me queda más que dejar sonar en mi cabeza: ♪Heartache to heartache we stand no promises, no demands love is a battlefield...♪