These Boots Are Made for Walkin'
Una de las cosas que hicieron parte de mi adolescencia tiene referencia a vivir en un sitio como muchos otros donde aparentar es más importante que ser (Aparentando lo que no son, viviendo en un mundo de pura ilusión), por eso cuando mi papá preguntó que quería de regalo por graduarme del colegio le pedí a mi papá unos tennis originales, obvio yo sabía que no iban a ser un Nike Pegasus que eran los que estaban de moda por esos lados y tampoco me iban a servir para demostrarle a los demás que yo tenía tennis originales porque ya estaba fuera del colegio.
Hoy en día no sé si eran originales o no, pero si la respuesta es no al menos parecían mucho y los usé por muuucho tiempo, me gustaban mucho y para alguien como yo que gusta de caminar eso se agradece y le agradezco a mi papá por haberse puesto en la tarea de ir a caminar por el San Andresito de Cali para poder encontrar unos zapatos originales que se ajustaran al presupuesto, después de dar una vuelta por internet creo que eran una Reebok AZ blancos con azul.
Aunque este es un hecho de esos que bien pueden sumar a los muchos traumas de personalidad cuando empecé a trabajar y a darme gusto bajo la premisa: "para eso trabajo" los tennis no entraron fácilmente a hacer parte de mis "necesidades", aunque ya podía hacer cuentas para abrir un espacio y comprarme unos originales sin poner en peligro el presupuesto para el almuerzo los de PlenoCentro y el chuzo al frente de PlenoCentro cumplían bien con unos tennis BBB.
Es fácil ir al centro de Medellín y comprar zapatos "buenos" que sirven para lo que se requiere si lo que uno quiere es aparentar que tiene zapatos "originales" que costaron 100.000 pesos menos ese es el sitio, desafortunadamente poder reconocer entre un zapato original, una réplica y cualquier otra cosa se ha vuelto difícil y la opción que queda es comprarlos en las tiendas de la marca a cambio de un riñón, yo me sigo escandalizando porque hay tennis que cuestan más de 600.000 pesos y eso que tengo uno que otro par que bien puede llegar a costar eso, pero sé cuál es la razón por la que los compro y no, no son para aparentar que puedo comprarlos, como sucede conmigo tienen un propósito funcional
Pasó un buen tiempo y unos buenos pares de zapatos para empezar a cambiar mi forma de pensar, comprar unos zapatos y darse cuenta que ya no dolía el puente del pie al caminar, duraban mucho, que al ser claros si les caía un líquido no quedaran manchados para siempre, sí decían: resistentes al agua realmente fueran resistentes al agua y que hasta sobrevivieran a dar una vuelta a la lavadora, sí, hay zapatos que no cuestan medio pulmón y cumplen con estos puntos, pero mientras a prueba y error descubro donde conseguirlos ya me habría gastado tanto o más de lo que cuestan en la tienda de la marca, además un valor agregado es que he visto de primera mano cómo la marca cuida a sus clientes y no lo tratan a uno como delincuente cuando quiere hacer valer una garantía, si una marca te pelea una garantía ahí no es (y es por eso que no compro cosas de la marca Puma).
Así fue como de acuerdo con mi propósito de trotar (cuando podía </3) y que se sintiera cómodo empecé a darme cuenta que hay cosas que el dinero puede comprar y son unos tennis que no tengan costura, que no pesen, que no se desgasten tan rápido y que si empieza una pequeña brisa no se empantanen de una por dentro y sean fáciles de lavar, ya después empiezan los aspectos técnicos de saber que las marcas invierten en tecnología para hacer que sen más caros seguros según el deporte para el que se van a usar y muy a mi pesar esas mejoras hacen que sean más, mucho más costosos y se nota el abuso de las marcas, especialmente cuando unos zapatos Croydon sirvieron toda mi niñez para correr en el patio del colegio, jugar en la calle, ir a paseos y ponérselos para salir por ahí.
Dado el costo de la inversión y después de descubrir que si el yogurt tiene fecha de vencimiento los zapatos para correr tienen un kilometraje a partir del cual sus características dejan de ser óptimas para el propósito (porque el capitalismo y la obsolescencia programada llegaron para quedarse), la verdad no he contado los kilómetros de un par de zapatos, pero dada la inversión esos tennis se volvieron solo los tennis de salir a trotar y dejaron de serlo cuando algo se despegaba o dejaban de sentirse bien, puedo decir que la diferencia se siente, llegados a esta etapa pasan a ser tennis de salir porque en este punto siguen siendo cómodos y se ven bien con jeans, así que como las camisetas que tienen el ciclo de vida: ropa de salir - ropa de oficina - ropa de estar en la casa - pijama - trapo de limpiar, los tennis pasaron a tener el ciclo de vida: hacer ejercicio - salir - estar en la casa - si siguen con vida: regalar, porque así es como se le saca hasta el IVA a esa inversión y esos tennis llegan a durar al menos 5 años, que si se hacen matemáticas de las sencillas son 125.000 pesos al año que no está nada mal.
Quizá mi yo adolescente se siente bien al saber que a los 40 y tantos no se compra unos Nike Pegasus porque no quiere y en realidad está ahorrando para unos Brooks muy lindos porque justo esta semana los Adrenaline terminaron la etapa de ser tennis de ejercicio y pasaron a ser tennis de salir y estar en la casa.
0 Comments
Escribe ahora o calla para siempre!